De las cosas que nacen y mueren en la divina inmensidad de la vida.... tan intensa y tan efímera; de esas cosas que no avisan; que se clavan en lo más profundo de la existencia y que marcan un mañana, un presente y algunas veces apagan las esperanzas del ayer. De esas cosas que uno piensa en el bus de regreso a casa, cuando todo se vuelve claro tal vez por el cansancio; donde las palabras se ordenan con sentido y de forma exacta dentro de la lengua; y volteas y no ves mas que ausencia... Una mirada del de junto llena de ausencia y de una efímera vida intensa que transcurre al igual que yo. Y no dice uno ni media palabra.
De las cosas como el amor, como la paz, la soledad, la enfermedad, la apatía, el amor, el deseo, el amor... la amistad, el amor.... esa pequeña palabra tan llena de incomprensión y de ajustes prácticos. Esa palabra que no se puede definir y que mueve al mundo; esas cosas que de repente nacen y de repente mueren y de repente evolcionan y que se hunden adentro, muy adentro del corazón.
Mi corazón es un motor; un pequeño motorcito que no necesita mucha gasolina para poder andar, que se arruga con una frase mal dicha, con un deseo no dicho, con una mirada enferma y sufrida; un corazón que se infla con solo saber que alguien mas desea sus desos y cree en ellos, que late fuerte después de un abrazo y un beso. Y anda.... mi corazón anda. A pesar de cada una de las cosas que nacen y mueren a lo largo de su vida.
Y me pregunto si cuando yo muera habré dicho todo a quién yo quiero. Y si me habrán dicho todas aquellas cosas que deseo un día escuchar.
(da igual... he muerto muchas veces.)
De las cosas como el amor, como la paz, la soledad, la enfermedad, la apatía, el amor, el deseo, el amor... la amistad, el amor.... esa pequeña palabra tan llena de incomprensión y de ajustes prácticos. Esa palabra que no se puede definir y que mueve al mundo; esas cosas que de repente nacen y de repente mueren y de repente evolcionan y que se hunden adentro, muy adentro del corazón.
Mi corazón es un motor; un pequeño motorcito que no necesita mucha gasolina para poder andar, que se arruga con una frase mal dicha, con un deseo no dicho, con una mirada enferma y sufrida; un corazón que se infla con solo saber que alguien mas desea sus desos y cree en ellos, que late fuerte después de un abrazo y un beso. Y anda.... mi corazón anda. A pesar de cada una de las cosas que nacen y mueren a lo largo de su vida.
Y me pregunto si cuando yo muera habré dicho todo a quién yo quiero. Y si me habrán dicho todas aquellas cosas que deseo un día escuchar.
(da igual... he muerto muchas veces.)
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