jueves, 18 de junio de 2009

Madame Bovary

Gustave Flaubert concibió a Emma pensando en la clara enfermedad mental de cada una de las mujeres de éste planeta. Entendió de las reali
prozac
dades, las insatisfacciones y el increíble deseo de creernos dentro de una fantasía ilusoria que vamos creando y alamacenando en archivos exóticos, caóticos, alucinantes de cada acontecimiento sucedido a lo largo de nuestra vida como el principio de un maravilloso cuento de hadas del que dificilmente queremos salir al ser las principales heroínas.

Pero nadie nos enseñó como hacer para que los finales felices sean la parte fundamental de la historia personal, el eje central de la vida y no el macabro final de película de terror que siempre aparece y frustra cualquier tipo de ilusión bovariesca; ¡Qué joda! ¿No?

Emma Bovary se enamora, de cualquier personaje que su mente y corazón indique, no importa si es real o ficción, vive enamorada y con la mayor insatisfacción conocida, estado constante de las de mi género, y sin embargo nos educaron y nos preprararon desde niñas para una vida rosa, para la ilusión del amor verdadero, la ropa limpia, el despertar acompañada, el café mañanero y cada uno de esos placebos que nos van haciendo mas llevadera la espera, hasta que un dia nos viene a follar monsiuer fluoxac o monsieur prozac después de la aparición inminente de la ambivalencia: presencia-ausencia. Que siempre nos lleva a un estado de catalepsia del cual resulta dificil salir, pero salimos y regresamos de vuelta al punto de origen: La felicidad y la insatisfacción, jaja… y que más da? Es nuestra naturaleza y es la receta secreta para nuestro existir femenino:

1 taza bien colmada de cerezas, fresas, frambuesas y grosellas mezcaldas.

3 cdas de azúcar.

2 cdas de Kirsch ok, si no tienes usa brandy…

1 cdita de ralladura de limón.

3 cdas de queso crema

4 galletas de champaña o lengua de gato molidas

1/2 plátano.

Hierva las frutas (a excepcion del plátano) con el azúcar durante 8 minutos. Retire, cuele, reserve el jugo y deje enfriar. Bata el queso con un tenedor y agregue la ralladura del limón y las galletas molidas. Aguegue el jugo de la cocción y el kirsch formando una crema blanda. Coloque una base de esta crema en copas y cúbrala con la fruta roja antes de servir. Parta el plátano en rodajas y adorne con ellas su postre.

No hay comentarios: